Por la crisis: ¿cuál es la realidad de los taxis y remises en Villa Mercedes?
Los choferes coinciden en que hay menos coches en las calles porque bajó la demanda de pasajeros.
El servicio de transporte de taxis y remises redujo notablemente su presencia en las calles de la ciudad, y eso generó interrogantes. En momentos del día inclusive es imposible contactar alguno a través de las agencias.
El Chorrillero dialogó con remiseros y taxistas para conocer en primera persona lo que está pasando en la calle. Graficaron que la crisis se siente, que hay poca demanda de viajes y como consecuencia pocos coches trabajando.
Sostuvieron que los aumentos en el combustible los pusieron en una realidad peor a la que venían transitando desde que comenzó el año, y ya no circulan como antes buscando pasajeros.
En el caso de los taxis, en la Terminal de Ómnibus mantienen allí una parada fija y suele haber varios esperando por sus pasajeros. Pero en otras ocasiones se quedan en sus casas y solo salen cuando les solicitan viajes a sus teléfonos personales. Lo que sucede mucho es que hacen circular sus contactos.
Héctor Rosales, representante de los taxistas de Villa Mercedes explicó que una de los principales motivos de la poca presencia de coches tiene que ver con la constante suba de precios en la nafta y el gas.
Sostuvo que “se puso medio critico todo”, y que “ha mermado totalmente” el movimiento de coches.
Dijo que en la Terminal “hay que estar horas y horas” porque la gente ya no puede pagar un viaje. “Hoy por cómo está todo, lo piensan, caminan un poco para acortar el viaje y después toma alguno que va por la calle. No es fácil”, aseguró.
La bajada de bandera hace menos de 10 días subió a $150, y un viaje desde el centro hasta La Ribera o al Barrio Jardín del Sur cuesta más de $2000.
Desde la Asociación Civil de Remiseros de Villa Mercedes, Mario Bustos coincidió con Rosales, y señaló: “Entiendo la situación de la gente y de los compañeros. Hay menos consumo seguro, la gente prefiere caminar”.
Además explicó que se vieron “perjudicados” por la entrega del boleto gratuito porque “se lo han dado a mucha gente que tiene cómo pagar un boleto”.
“No estamos en contra de eso que es una ayuda para el pueblo, pero no se le dio realmente a la gente que necesitaba”, consideró.
En cuanto a la tarifa, hace un año que desde la Asociación presentaron en la Municipalidad y en el Concejo Deliberante un proyecto para que el precio sea regulado y los remises manejen la misma tarifa. Sin embargo aún “no han tomado ninguna medida”.
Por el momento, son las agencias las que deciden el monto de la bajada de bandera, que varía entre los $100 y $140.
A la noche se siente tanto la escasez de autos que muchas personas tienden a compartir el recorrido para asegurarse el trayecto de regreso a casa.